¡Cuidado, clones de China!

Lo que causan, cómo los puede reconocer y las consecuencias que tienen para el mercado, el medioambiente y los consumidores.

Los dueños de impresoras láser o de inyección de tinta saben bien de lo que hablamos. De alguna manera, el dispositivo parece necesitar cartuchos nuevos todo el rato, sobre todo siempre cuando la cartera está medio vacía. Quien en este caso busque en Google alternativas baratas, las encuentra rápidamente. ¿Cartuchos originales por una pequeña fracción del precio del fabricante?

¡Genial! Por lo menos a primera vista. Ya que, tras la compra, muchas veces les esperan sorpresas negativas a los cazaofertas. Por ejemplo, si la imagen de impresión parece deshilachada o si los cartuchos de repente se vacían mucho más rápido de lo habitual. A más tardar es entonces cuando uno se da cuenta de que estos cartuchos baratos no son los originales de Samsung, Brother y demás, sino, seguramente, una descarada imitación.

Los tóneres y las tintas falsificadas ocasionen daños de miles de millones

El tema de los plagios de tintas y tóneres no es nuevo y se está desarrollando como un problema con muchas facetas. Ya a mitado del año 2014, la alianza mundial de los fabricantes y distribuidores de impresoras OEM estimó los daños ocasionados por los plagios en 3,5 a 5 mil millones de dólares US por año.

Los temidos clones de tinta y tóner, denominados actualemente “clones chinos”, se fabrican en su mayor parte en Asia y se revenden generalmente a través de dudosos vendedores en internet. Además de la pérdida económica, los fabricantes de los originales tienen que aceptar cada vez más daño en su imagen. No es de extrañar que, para ellos, sea cada vez más importante luchar con todos sus medios contra las falsificaciones, lo que hacen en primera línea patentando algunas partes o teconologías de sus productos.

Original, reciclado o construido de nuevo – todo se puede falsificar

A rasgos generales, en el mercado europeo se distingue entre diferentes variantes de consumibles de impresoras:

  • OEM (originales) los tóneres y tintas (OEM: Original Equipment Manufacturer): son producidos por el fabricante original y puestos en el mercado.

  • Reacondicionados (recilados): Estos tóneres y tintas pueden haber sido rellenados o cartuchos rebuilt. Para los cartuchos rellenados se usan cartuchos originales usados que se limpian de forma profesional y se rellenan, en los tóneres rebuilt también se sustituyen piezas de desgaste.

  • Compatiles son los tóneres y tintas: que se fabrican desde cero (pero no por el OEM) y se venden con un nombre diferente.

Hasta aquí todo bien. Se puede confiar sin reservas en los cartuchos OEM, en la mercancía reciclada también, incluso si se ha reacondicionado a través de una empresa alternativa de reciclaje. Hasta los cartuchos fabricados por terceros suelen tener buena calidad si se han fabricado siguiendo los estándares europeos y no se han violado las patentes de los fabricantes originales.

El problema: todas las variables se le pueden ofrecer también como clon. Según la agencia de investigación del mercado Info Trens, los clones “(...) tóneres y cartuchos de tinta que están formados completamente por piezas nuevas para cuya fabricación no se han usado cartuchos vacíos de cartuchos OEM”. Hay que añadir que, no solo se usan materiales de mala calidad, sino que también se viola al menos una de las patentes de los fabricantes.

Los falsificadores incluso imitan cartuchos reciclados

Muchos de los clones producidos en el Extremo Oriente se pueden distinguir a primera vista de los originales. Imitan los cartuchos originales tanto en su fabricación como en su declaración y envoltorio lo que constituye una clara violación de diversas patentes. Que se han usado materiales baratos es evidente una vez se imprima. Las empresas de reciclaje lo notan cuando no es posible reacondicionar el cartucho.

Esto se debe a que los clones chinos no son aptos para el reciclaje. Para estos materiales baratos no existen estándares de calidad de manera que las empresas de reciclaje casi siempre excluyen los clones de su sistema de recolección, de esta manera acaban en vertederos  y causan daño al medio ambiente. Algo sumamente pérfido es que, las falsificaciones muchas veces se camuflan como “cartuchos reciclados” no contaminantes.

A parte también existen clones de tinta y tóner que tienen un aspecto completamente diferente al original y se ofrecen muy económicamente. Estos violan las patentes de los fabricantes porque instalan su misma tecnología.

Los clones chinos ponen en marcha un ciclo fatal

Las consecuencias de la invasión de los clones son desastrosas y duraderas, no solo para los fabricantes, sino también para los consumidores. Está claro que cuantos más cartuchos plagiados baratos haya en el mercado, menos cartuchos fiables originales se venderán. Esto conlleva que faltarán cartuchos originales que se puedan reciclar, lo que supone un gran problema si se quiere mantener de forma duradera el principio de reciclaje que es ecológico. La consecuencia es que, los precios para los originales y los reacondicionados suben y cada vez más clientes compran clones. El principio ecológico del reciclaje se ve perjudicado.

Si por el contrario, los fabricantes reducen los precios para evitar este desarrollo tendrán que compensar sus pérdidas por otro lado, por ejemplo, subiendo los precios de adquisición de impresoras.

¿Y cómo reconozco las tintas y los tóneres falsificados?

El indicio más seguro de que el producto no es original, es el precio, es decir, eso que hace que el producto sea tan atractivo a primera vista. Por ello es importante comprobar antes el precio promedio de venta actual. ¿El tóner vale 20€ en vez de 120€? ¡mejor no tocarlo! ¿El paquete de tinta 5€ en vez de 25€? No es una buena idea. La calidad lamentablemente, no es gratis. Tampoco los tóneres reciclados o compatibles pueden ofrecer material de buena calidad a precios dumping, a no ser que se ahorre en el lado equivocado.

Sobre todo es molesto que los comerciantes de mercancía falsificada perjudican injustamente la fama de comerciantes online serios. Y estos están alarmados con motivo, al fin y al cabo se esfuerzan en ofrecer calidad al mejor precio.

Demandas, redadas, picapleitos – La guerra continua

Las demandas de las violaciones de las patentes son exitosas. Pero muchos OEM trabajan más allá de ello junto con otros fabricantes y autoridades penales, aduanaeras y fiscales. A mitad del año 2014 Xerox consiguió, a través de redadas en China, Sudamérica y Europa, confiscar miles de cartones con tóneres falsificados y poner fin a las empresas responsables.

Poco antes, Samsung tomó medidas masivas contra los tóneres que violaban sus patentes y con ello había ganado un proceso contra diferentes comerciantes que vendían cartuchos ilegales. ¡No solo se pena la producción, sino también se emprenden acciones legales contra la venta de los clones!

Al mismo tiempo los OEM permanecen activos para protegerse de la mejor manera posible contra la piratería, por ejemplo, mediante hologramas que fijan en sus productos y son difíciles de imitar. Los fabricantes de tóneres y tintas compatibles ocupan numerosos agentes de patentes que calculan y evalúan conforme a los riesgos. Están a la orden del día las duras negociaciones sobre los derechos de licencia.

¿Qué precio queremos pagar?

Afirmar que solo el consumidor con su hábito de compra decide si las falsificaciones baratas pueden sostenerse en el mercado, seguramente no es cierto. También los legisladores y las OEM tienen que volverse más activos para poder garantizar la calidad a largo plazo y tamibén por la responsabilidad que tienen con el medio ambiente. Pero también, nosotros, los compradores, debemos alzar la mirada más allá. Así podremos reconocer que el ahorro a veces no vale lo que cuesta.